

EL CASO DE JAIME
Jaime Pérez Cruz es un adulto de 36 años de edad, padece Síndrome de Costello que se caracteriza por la presencia de retraso del crecimiento postnatal, retraso mental de grado moderado, facies típica: macrocefalia (cabeza inusualmente grande), implantación baja de las orejas, con lóbulos grandes y gruesos, labios inusualmente gruesos y ventanas de la nariz anormalmente anchas; hiperplasia (desarrollo excesivo de los tejidos) articular, pliegue nucal, piel laxa con pliegues anormalmente profundos en palmas, plantas y dedos, coloración oscura de la piel; hiperqueratosis (piel endurecida y seca), articulaciones anormalmente flexibles de los dedos, papilomas periorales y perinasales, que son una de las manifestaciones más características de la enfermedad.
Jaime pertenece a una familia de tipo nuclear compuesta por once integrantes que son: el señor Cruz Pérez Basaldua padre de familia, la señora Josefa Cruz León madre de familia, nueve hijos cinco mujeres y cuatro hombres de los cuales él ocupa el octavo lugar, la familia de Jaime, no siempre se ha caracterizado por mantener una relación positiva entre los miembros que la conforman, su padre de joven fue un hombre alcohólico, polígamo que constantemente golpeaba sin razón a su madre y con facilidad a él y a sus demás hermanos.
Por lo anterior descrito Jaime durante su infancia sufrió demasiado por cuestiones familiares y económicas ya que el ingreso de su padre, no era suficiente para solventar los gastos de la familia.
Un aspecto más que afectó la vida de Jaime fué su etapa de educación primaria, ya que sus hermanas y su madre refieren que Jaime lloraba demasiado ante su dificultad en la realización de actividades académicas, aunado a ello su maestra de clases lo regañaba frecuentemente lo cual aumentaba la falta de ánimo de Jaime para asistir a la escuela.
La madre de Jaime al percatarse de que su hijo tenía serios problemas de aprendizaje que estaban afectando también su vida personal decidió realizarle estudios neurológicos los cuales arrojaron el diagnóstico que con anterioridad he descrito.
Ante el diagnóstico de Jaime, su familia lo apoyó inscribiéndolo a un Centro de Atención Múltiple en donde estudió su primaria y posteriormente lo canalizaron a CONFE (Confederación Mexicana de Organizaciones en Favor de la Persona con Discapacidad Intelectual) ahí lo capacitaron para trabajar como ayudante de Jardinería, actualmente Jaime cuenta con un trabajo seguro ya que esta basificado por el gobierno, cabe mencionar que ha sido elegido como empleado del mes en más de una ocasión por su buen desempeño y puntualidad, con el dinero que gana satisface sus necesidades alimenticias, de vestido y recreación.
Las dificultades a las que Jaime se ha enfrentado durante su infancia y adolescencia no han impedido que hoy en día él sea una persona alegre, cariñoso, responsable, trabajador, que se siente feliz y satisfecho por lo que ha logrado gracias a su esfuerzo y al apoyo que su familia le ha brindado.